domingo, 16 de noviembre de 2014

PEQUEÑOS DETALLES


Era nuestra primera cita en un restaurante de moda.  Los contactos vía internet resultan muy impersonales. He de reconocer que toda ella me atraía. Pedimos los entrantes mientras degustábamos un aperitivo. Quería que saliera bien, pero estaba demasiado nervioso. La veía desnuda acariciando su copa fría. Mi mente iba muy rápida. La conversación era intranscendente. Desmenuzaba mi roti  y ella sorbía su vichyssoisse con devoción. La imaginaba en otro contexto devorándome entero.  


Y entonces sucedió, el picor de mi nariz se convirtió en un estruendoso estornudo propulsor de  la ensalada que acompañaba mi plato. La despedida fue en verde.


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