viernes, 20 de julio de 2012

El desorden de las cosas



Madera, una única fuente de luz, y sombra.  Kumi Yamashita.


A veces la vida fluye tan rápido que te desordena y te acostumbras a vivir en ese caos que constituye tu casa, tu trabajo y  tu vida. Por eso cuando entras en algún lugar donde nada asoma fuera de su sitio, sientes envidia ajena, ¡qué suerte! –te lamentas–. Pero tal vez no sepas que ese orden  y limpieza se ha pagado, lo ha hecho otro, o que significa aburrimiento vital, o manías; porque en realidad tú no pierdes ni un minuto de tu tiempo en ordenar lo que te rodea, ya que por mucho que lo intentes, estás convencida de que los objetos deciden por sí mismos. La existencia se ha de vivir y no perderla  en tenerla bien  colocada para ojos propios o ajenos. Así que,  amiga, si la vida te despeina, no lo lamentes y ¡disfrútala!  Estás viva.

martes, 17 de julio de 2012

La voz de la caracola



Sabía que se podían escuchar voces que susurraban palabras solo con acercártela al oído. Lo narraban los marinos. El día en que por fin encontró una caracola abandonada en la orilla, miró al horizonte y comprendió que le estaba predestinada. Procedía de tiempos muy lejanos y una música atenuada salía de  su interior. Bellas voces cantaban acompañadas del laúd, el rabel y el tambor.
La puso junto a su boca y entonó una melodía como solo saben  hacerlo las sirenas; al acabar, la sumergió de nuevo en el mar para que siguiera fluyendo la sabiduría.

Sueños cruzados



Aina escribió unos versos en un papel y los introdujo en el interior de una botella que lanzó al mar de la isla donde vivía. Soñó que sus palabras, como osadas navegantes, surcarían los mares lejanos.
Pasó el tiempo, y en otra orilla, Ahmed, mientras ayudaba a su padre con la barca,  vio una botella que contenía un mensaje, flotando sobre el agua. Llegó a su casa e intentó descifrarlo.
“El mar, puente entre culturas; mis palabras, alas para tu libertad…”
-¡Inshallah! -y guardó el escrito en su corazón como el más preciado tesoro. 

miércoles, 4 de julio de 2012

Demasiado tarde


Nada más verla, supo que se iba a complicar su vida. Todas las pruebas remitían a ella, pero no quería reconocerlo y se obsesionó por encontrar otros responsables, sin resultado. 
Su coartada era débil y el móvil sustancioso. La viuda permanecía callada en los interrogatorios, desafiante y altiva, siguiendo fielmente las indicaciones de sus abogados. Se había enamorado de sus curvas como un colegial. La deseaba. El arma seguía sin aparecer.
Tras el juicio y la sentencia absolutoria, se acercó a la mujer y le dijo: sé que no eres un ángel. Ella -mientras se ajustaba la costura de sus medias- lo miró insinuante y le murmuró: ¿quieres comprobarlo?
Fue después, al aproximarse demasiado para encenderle el pitillo y mirarla a los ojos,  cuando se percató de que su perfume no lograba ocultar un aroma letal y fétido. Pero ya era tarde

lunes, 2 de julio de 2012

Atrapada


                                                                "La sombra que se acerca", 1954, del fotógrafo chino Fan Ho


Permanecía todo el tiempo que podía en la brillante claridad de la luz solar, e iba cambiando de lugar para no perderla. No le gustaban las horas de tinieblas en las que resignada, se veía obligada a permanecer. La sombra la arrastraba como el filo de un cuchillo enamorado cada atardecer  y al alba la devolvía de nuevo a la vida. Ese era el pacto.